Vivienda unifamiliar en Las Matas

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PLANTA BAJA
PLANTA ALTA

Las Matas, Madrid

Vivienda unifamiliar en Las Matas

Arquitectos:
Ignacio Vicens y Hualde
José Antonio Ramos Abengózar

Arquitecto colaborador:
Fernando Gil

Arquitecto técnico:
Gerardo Berrocal

Fotografía:
Estudio Vicens+Ramos
Javier Azurmendi
Eugeni Pons

La primera vez que utilizamos el revoco de cemento oxidado con sulfato de hierro fue en la vivienda de Torrelodones. La diseñamos casi al mismo tiempo que la de Las Matas, pero se termina un poco antes y es de alguna manera el banco de pruebas de ese material. Pero como esa casa ha sido muy poco publicada, parece que la de Las Matas es la primera oxidada.

Es una casa enterrada en gran parte, de manera que su enorme volumen queda oculto para el que llega. Ni siquiera desde el jardín puede apreciarse en su totalidad. Esto es algo que nos parecía imprescindible. Hay algo obsceno en la ostentación con la que ciertas mansiones se ofrecen al visitante. Es como una prepotente afirmación de lujo reflejado en dimensiones apabullantes. Es el recuerdo del palacio, antítesis de la casa.

Aquí, la vivienda se presenta gradualmente; se descubre poco a poco, y siempre fragmentariamente. Tiene un proceso de entrada muy complejo; estoy dispuesto a admitir que quizás sea excesivo, hasta demasiado enfático. Pero ese descubrimiento sucesivo, ascendiendo desde la entrada exterior, nos pareció importante y lo seguimos considerando un acierto.

La intimidad de la casa, su privacidad, viene determinada por la imposibilidad de reconocer funciones específicas en el apilamiento de prismas, en la macla de volúmenes. El visitante no puede identificar dormitorios, baños o estancias. Solo un porche abierto al jardín invita a dejar los coches.

He oído comentarios que ligaban esta casa a influencias de Barragán. Es posible, pero en cualquier caso no es una influencia consciente. Desde luego admiramos a Barragán, pero parece claro que nada hay aquí de su simplicidad monástica, de su despojado ascetismo. Es mucho más compleja y barroca. Hasta el óxido deslavado de las paredes debe más a Roma que a Méjico. O al menos es en Roma en lo que pensábamos. En esos paños que evidencian el paso de tiempo, la historia, la vida.

Además, nos parecía especialmente indicado para una casa de estas dimensiones utilizar materiales sencillos, casi industriales; la antítesis de la ostentación. El revoco es un material barato. Los suelos son todos de cemento bruñido y la carpintería de DM, excepto las puertas deslizantes, que son de chapa de acero oxidada, como los lucernarios y algunos volúmenes exteriores.

Las circulaciones son importantes y estructuran las plantas. Quedan enfatizadas por los patios y confluyen en el espacio de relación, el estar a doble altura. Hay referencias claras a la casa Moller, de Adolf Loos, con algunas citas literales. Nos interesa mucho la investigación de Loos en viviendas unifamiliares. He dado un curso de doctorado sobre este tema en el que insisto en la importancia de Loos en el origen y la evolución de la vivienda burguesa. Por cierto, hay un artículo muy inteligente de Adam Bresnick sobre la casa de Las Matas que pone de manifiesto esta influencia; te lo recomiendo; hace un brillante análisis y descubre la cita de la casa Moller en la situación del despacho de la madre.

Es una casa muy compleja en la que sin embargo el protagonismo de las circulaciones intenta introducir orden en la planta. Esta es una de las viviendas que nos ha dejado más satisfechos, entre otras cosas también porque hubo un magnífico acuerdo con el cliente.

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